Dios es Invisible es Invisible

Cuando la Biblia habla de que Dios es invisible y que es espíritu, está señalando que Dios no tiene una forma física que podamos ver con nuestros ojos humanos. En otras palabras, Él no está limitado por un cuerpo material o por las limitaciones del mundo físico. Esto también significa que Dios trasciende el espacio y el tiempo, y que su naturaleza es espiritual. Por eso, cuando interactuamos con Él, lo hacemos en un nivel de fe y de espíritu, y no a través de los sentidos físicos. En resumen, lo que la Escritura nos enseña es que Dios no es parte del mundo material, sino que es una presencia eterna y espiritual. Y por eso, cuando hablamos de su invisibilidad, también estamos hablando de su eternidad y de su naturaleza espiritual que no tiene límites físicos ni temporales.

El Hijo: La Primera Creación de Dios

La Biblia enseña que el Hijo es “el principio de la creación de Dios”. Eso significa que fue la primera creación del Padre, el primer ser que Dios trajo a existencia antes de todo lo demás.Así es, y eso es algo muy importante de entender. La Escritura nos muestra que el Hijo ha revelado al Padre desde el principio. Como mencionamos antes, el Evangelio de Juan dice que en el principio era el Verbo, y que el Verbo estaba con Dios y era Dios. Es decir, el Hijo siempre ha sido el medio por el cual Dios se ha dado a conocer a la humanidad. Desde los tiempos antiguos, aunque la revelación no era completa como lo fue en el Nuevo Testamento, Dios ya estaba mostrando su plan y su presencia a través de la figura del Hijo. Es en el Hijo que vemos la imagen visible del Dios invisible, y a través de Él entendemos el carácter y la voluntad de Dios desde el principio.

El término “primogénito de toda creación” confirma que fue el primero creado.

Todo lo que el Hijo Tiene fue Dado por el Padre

El Hijo no tenía poder propio. Todo lo que Él es y tiene —sabiduría, autoridad, gloria, vida, palabra y mandato— le fue dado por el Padre. Él nunca actuó por sí mismo ni habló por su propia cuenta.

La Herencia del Hijo

La Escritura dice que “todo fue creado por Él y para Él”. La herencia no existía antes de que el Hijo fuera creado. La herencia aparece cuando Dios crea el universo mediante la palabra que le dio al Hijo.

Así, los cielos, los ángeles, los tronos, las potestades, los reinos espirituales y el mundo material fueron creados por el Hijo con la palabra que Dios puso en Él.

El Hijo es la Imagen Visible del Dios Invisible

La Biblia dice: “Él es la imagen del Dios invisible”. Esto muestra una distinción clara: Dios es invisible; el Hijo es la imagen visible. Una imagen es algo que se puede ver. El Hijo revela a Dios de manera visible, pero no es el Padre.

Yeshúa en la Tierra

Cuando el Hijo vino a la tierra tomó el nombre Yeshúa. Sin embargo, seguía siendo la misma persona que Dios creó al principio. Yeshúa afirmó repetidamente que el Padre era mayor que Él, que Su enseñanza no era suya, y que Él no podía hacer nada sin el Padre.

Si Yeshúa hubiera sido Dios y negara serlo, estaría mintiendo, pero Él nunca mintió. Por lo tanto, Él no es Dios, sino el Hijo de Dios.

No Existe un Dios de Tres Cabezas

La idea de un Dios dividido en tres personas no aparece en la Biblia. Esa confusión vino después por interpretaciones humanas. La Escritura enseña claramente:

Un solo Dios: el Padre.

Un solo Hijo: creado y enviado.

Un solo Espíritu: el Espíritu de Dios.

Conclusión

1. Dios es eterno, invisible y único.

2. El Hijo fue la primera creación de Dios.

3. El Padre le dio todo al Hijo.

4. El Hijo creó todo con la palabra del Padre.

5. El Hijo es la imagen del Dios invisible.

6. Yeshúa es la manifestación humana del Hijo.

7. Yeshúa nunca dijo ser Dios.

8. Toda confusión viene de doctrinas humanas, no de la Biblia.

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